A principios del curso del 86 aún no tenía 17 años y se llamaba Teté. No sé si era su madurez o la ausencia de chicos en un instituto femenino pero quiso la suerte que se enamorara de un profesor.
“El de filosofía”, pasó a ser Javier en su boca y no paraba ni un momento de hablar de él. En clase se quedaba ensimismada escuchando su voz,no porque Platón y Aristóteles con sus nociones de la verdad le descubrieran nada,era sólo una especie de trance,de abstracción total. Pasaban los días y Teté más pesadamente enamorada y las clases de filosofía más plomizas en sentido literal.
Un día de pronto sucedió algo que me hizo pensar que aquel amor era correspondido,en plena clase sobre Ortega y Gasset,con la perspectiva como tema de debate,se desató entre ambos un diálogo que los enaltecía mutuamente. Sus miradas ceremoniales y atención mutua excluían a todas las demás,eran dos seres que no veían el resto de mundo. Terminó siendo la clase más práctica que tuve en toda mi vida,la razón vital opuesta a la razón pura,ellos eran ellos y sus circunstancias.
Teté no cabía en el pupitre, al acabar la clase y como la digna adolescente que era exclamó:me quiere!!!.
La verdad es que se armó un revuelo de lo más curioso,la tutora de turno se vio inmersa en un mar de rumores y como buena protectora del bien común se lo comentó a los padres de Teté. Veinte años de diferencia de edad eran algo así como el templo del morbo para ellos,ya podía ser una la niña tonta y enamoradiza pero el otro era el diablo en persona. Veinte años hace veinte años eran mucho más que dos décadas. Una a una sus amigas fuimos llamadas por el jefe de estudios para averiguar lo que supiésemos. Una a una como amigas leales y fieles discípulas del profesor contestábamos: -sólo sé que nos sé nada-. En realidad no había pasado otra cosa que aquello,que era nada y todo a la vez.
Nunca “todo” y “nada” tuvieron tanto que ver. Nunca “todo” fue tan indefinido y “nada” tan imposible de definir.
Teté con sus tíos a Zaragoza y Javier pasando desapercibido después de la frustrada cacería. Para ella fue algo a sí como su primer amor y para él su derrota.....
Los años fueron pasando,Teté volvió casada aunque sin aquella mirada ensimismada que yo le había visto tantas veces. Perdimos el contacto hasta hace poco en que me la encontré en una cafetería al salir del baño,dos besos y risas y otra vez aquellos ojos de trance total. Me puso al día en poco menos de cinco minutos,un resumen breve del tiempo perdido en el que se había divorciado y retomado otra relación.
Me miró burlona y alzando la vista señaló a la mesa del fondo; enmarcado por un mural mágico del gran Lugrís estaba Javier, que a pesar del tiempo y las canas seguía siendo “el de filosofía”.
En aquel momento comprendí que ahora sí que veinte años no son nada.
25 comentarios:
Una historia romántica. De ésas donde perdura la magia. ¿Qué ocurrirá dentro de otros 20 años?
:P
Os camiños do amor (*) son complicados de andar e ás veces tremendamente difíciles de repetir. Teté e mailo "de filosofía" lograron facer unha crítica da razón pura e superar as curvas dunha estrada que raramente se produce.
E quén carallo, na calidez cándida da adolescencia, non se namorou dun/dunha profesor/a, ainda que fose so durante unha lección maxistral de imaxinación?
Aiiii, onde andará a miña profesora de francés de fai ....ummmm (algo máis) de 20 anos?.
Un bico!!!
(*) E non necesariamente do amor...
Fermosa historia e fermoso amor que perdura a través das circunstancisas eo tempo. Vinte anos non son nada, cando hai amor.
Un saúdo
Encantoume o texto, Vermella, é moi humano e fala do amor e os océanos de tempo. Hai unha clase de amor, só unha, única, que sabes que será para sempre, esa clase de amor da que ti falas no teu texto, na que tódalas barreiras desaparecen con cada oleaxe.
Vinte anos non son nada ... máis que un plus de aportacións que te regala esa persoa, a ti, obrigándote a unirlle ó amor unha firme admiración.
La historia es preciosa y está muy bien redactada; pero creo que yo sería incapaz de enamorarme de alguien que me lleve 20 años. 20 años sí que es mucho, no es la misma forma de ver la vida de una persona de 50 que de 70, aunque hay gente que dice que el amor lo puede todo.....
quem dera que todas as estórias acabassem bem!
mas, cuidado, os deuses , por vezes, atendem os nossos pedidos para nos ensinarem : sei-o por experiênica própria!
Para ti e quem amas, um sereno Natal, alegres festas e feliz 2009.
Um beijo terno, companheira!
Fermoso texto!
Un saúdo.
Gustoume esta historia de amor...
e ademáis acaba ben que agora e cos anos que teño xa so me gustan as historias que acaban ben.
Bicos
Digo como a arriba firmante gústanme as historias que acaban ben cando son de amor,xa son velliño.
saúdos
se aguantou 20 anos é que merecia a pena.
beijos
Que texto lindo!
=)
Paixão de verdade mesmo!
Beijos!
De poder elixir, eu prefiro non volver a ver aos meus amores platónicos. Ponme medo. 20 anos todos xuntos, un por riba de outro, tenden a ser crueis, moi crueis....
Vin o teu comment sobre o Nadal no blog de paideleo, e viña a pedirche se non poderías vir ti tamén de Mamánoela (ou de Apalpadora) por estas terras...
E que fíxate ti a que horas estamos e ainda non temos!!!
Un biquiño navideño
Vengo a desearte que tengas sonrisas y agarimos en esta Nochebuena.
Tes o romanticismo puro da xente boa, Vermella.
"Que veinte años no es nada, que febril la mirada, errante en las sombras te busca y te nombra...Vivir, con el alma aferrada a un dulce recuerdo..."
Que este Nadal e este Ano Novo che traian toda a ledicia do mundo a ti e aos teus.
Biquiños
Marisa
Unha preciosa historia que non acostuma a suceder.
Feliz 2009.
não são de facto, a vida é muito pequena!
interessantes as histórias mais comuns, e acontece que parece de facto, que pouco mudamos, que pouco nos surpreendemos por dentro de nós, também é curioso isso!
(como se viéssemos de-marcados...
deixo-te um beijo de ano novo!:)
Que tengas un muy feliz año nuevo. Un besito.
Estupendo 20009 para ti, linda, e para quem desejaRES!
Abraço forte!
Moito me gustou, esto si que é un final feliz dos que a min me gustan.
Despois falas de min... Bicazos
Ai, ese primeiro amor que queda marcado no cerne do corazón para sempre!
E neste caso con final feliz. As veces a espera vale a pena.
Apertas, parabéns e feliz 2009.
20 años se pueden resumir en 5 minutos. En cambio hay minutos que ni en 20 años alcanza uno a desentrañarlos del todo.
Buena lección de filosofía.
Passei para te deixar um doce beijo...
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