miércoles, 19 de enero de 2011

Segunda mano







Entró en aquella tienda de segunda mano sólo a curiosear,sus amigos le habían dicho que se encontraban cosas muy interesantes pero él no se lo terminaba de creer.Quedaba bastante lejos de su casa,en el otro extremo de la ciudad y la pura casualidad lo llevó allí un mañana bastante lluviosa del mes de mayo.Le resultó muy agradable el orden de la tienda,nada más entrar el anfitrión pasillo indicaba las secciones con unos rótulos simples y alfabéticamente ordenados.Cualquier otra persona pasaría por alto el detalle pero no él que adoraba el orden.
Comenzó curioseando el primer sector:abalorios,abanicos,agendas,álbumes,atriles...

Pasó el segundo de refilón y se fue perdiendo en las zonas que más despertaban su curiosidad,allí había objetos de todo tipo, de uso doméstico,libros,muebles,ordenadores,impresoras,teléfonos y sobre todo ropa.
La R era sin duda la sección mas concurrida,ordenada también en abrigos,bufandas,blusas,cazadoras,chaquetas, así hasta las zamarras sin olvidar los trajes.La primera prenda de vestir que tuvo en su mano fue una americana que le gustó a primera vista,cuadros granate y rojo sobre un fondo gris,solapas discretas y unos bolsillos de "plastón" que diría su madre.Sintió una atracción tal con la chaqueta que continuó su recorrido con ella sobre el regazo,llegó al perchero de las zamarras y le volvió a pasar casi lo mismo,un impulso de probársela y un "clik"en su cerebro.Ahora acababa de unir la imagen y la ropa,la chaqueta y el hombre,la pelliza y su profesor.Como si de fotografías se tratase,recordó nitidamente su llegada al aula y la pericia con la que doblaba la americana y la posaba en el respaldo de la silla,la zamarra paseándose por los pasillos de madera en los fríos inviernos de instituto.Recordó al fin la excursión al Museo de Ciencias,en dónde la infranqueable barra de la entrada agarró con fuerza la chaqueta a su dueño y le rasgó el forro interior.
Agitado y nervioso sujetó la prenda por el revés y allí estaba la cicatriz en forma de siete cosida e intentando pasar desapercibida.
Don Ramiro,profesor de Matemáticas en su instituto,había sido sin duda el propietario de aquella ropa y ahora él el siguiente dueño.