viernes, 29 de febrero de 2008

Olores.


Al entrar en el cine un aroma conocido y placentero se apoderó de ella, al principio no podía identificarlo,sus recuerdos no conseguían ponerle imagen.
Intentó concentrase en la película pero no lo lograba,intentó a través del gusto aturdir el paladar y el hipotálamo con las palomitas,pero misión imposible.
En la pantalla el protagonista de la peli se subía a un barco,y de repente ahí estaba:
El aroma y la imagen se habían unido,ella quince años y el pelo negro suelto tapándole la cara,él pocos más y con su temblorosa mano acariciando su frente,su rostro,apartándole el pelo.Sus caras acercándose,sus narices rozándose ,sus labios exhalando calor,una mano que suda en la nuca y la otra buscando su boca....
Olía a eso,olía a amor.
La película continuaba y ella ya no la podía seguir,decidió marcharse y cuando ya se iba los vio,dos adolescentes comiéndose a besos,dos aprendices del amor mudos,un solo corazón latiendo,ella que nunca antes pensara que el amor oliese,pero sí,huele y perfuma.
"El olor de tu piel en la mía
el perfume de tus besos
convierten la ausencia fría
en hambre,en alocado apetito.
LLevo tu aroma en mis manos
tus besos marcados en la piel
olores para siempre grabados
en la memoria de mi ser."

viernes, 15 de febrero de 2008

Expediente:G-AC-7397.


Nunca se adaptó al horario de aquí,tantos años amaneciendo antes que el sol y acostandose temprano pesaban demasiado sobre sus viejos hombros.
Al principio ya se le podía ver a las siete de la mañana paseando por el muelle,con sol y con lluvia,con el paraguas de compañero.Iba hasta el final,terminaba el empedrado y daba sus últimos pasos por donde se confunde el verde musgo de las piedras con el azul del agua.Volvía y compraba el pan,llegaba a casa,hacía café y pequeños "barquitos de pan" navegaban en su taza.
Desde que estaba solo la rutina era su día a día,convaleciente de un dolor del que no quería olvidarse,convaleciente de su soledad.
Cuando llegaba el verano las siete ya eran demasiado tarde y adelantaba su paseo una hora,casi siempre llegaba al muelle en el momento en el que el sol salía por detrás del castillo; a veces era testigo de historias que deconocía pero no imposibles de imaginar..........
Unos amantes salían a esa hora del hotel del paseo marítimo,un conocido regresaba a deshora,otro viejo como él paseaba un perro...
La ciudad de A Coruña enfrente siempre le ofrecía unos minutos de nostalgia,la Torre de Hércules a la derecha,el puerto de frente,la torre de control.Por momentos cerraba los ojos y se veía jóven,con la estatua de la Libertad dándole la bienvenida.Recordaba así cuando llegó a N.York,él que nunca antes había salido de la provincia,cómo le había impresionado todo,qué feliz había sido!
Un día mientras miraba el horizonte vio algo que no alcanzó a distinguir,en principio pensó que era una boya a la deriva,pero a medida que se acercaba el movimiento se acompasaba haciendo círculos en el agua.Se frotó los ojos y echó la culpa al Laxatin recetado por su médico,pero al abrirlos la figura extraña tenía rostro y facciones de mujer.No podía ser,nadie nadaba así,sumergirse y salir danzando,nadie podía ir y venir de aquella manera.
Se avergonzó y no dijo nada a nadie pero al día siguiente volvió,bajó a la playa y desde una roca se puso a esperar.
Apareció de nuevo,hoy el rostro era nítido,aquellos ojos azules,el pelo blanco y la sonrisa,aquella que le era tan familiar.Ella se aproximó a la roca y sin mediar palabra lo invitó a nadar.Él se descalzó,dejó su ropa en la fría piedra doblando el pantalón y colocando la camisa encima;en calzoncillos y camiseta imperio se lanzó al agua.
Nadie lo vio,nadie supo qué pasó,nadie lo echó de menos y sólo cuando el día seis aún no había cobrado la pensión,el director del banco lanzó la señal de alarma.
Encontraron la ropa en la playa, se hizo una investigación y al asegurar la doctora que estaba deprimido se zanjó el enigma con sólo unas demoledoras palabras en el expediente incompatibles con los sentimientos: Suicidio por depresión exógena postraumática.

martes, 12 de febrero de 2008

Gracias a todos os que participáchedes neste xogo,a do pano rosa,a da esquerda é Vermella,e decir eu,inda que disfrazada de megha fashión.
Seí que houbo apostas entre vós así que parabéns ós gañadores e a pagar os outros.

Moitas gracias polos comentarios e o gañador aquí ten o seu agasallo,"Rosas e Crisantemos" de V.Van Gogh,1890.

jueves, 7 de febrero de 2008

Adiviña se podes....




Neste tempo de Entroido sempre recordo a miña nenez e tamén máis que nunca a miña nai.
Celebrábamos o martes de Entroido por todo o alto,lacón con grelos,chuorizos e cachola,todo da casa.Erguíase moi cedo e cando os demáis chegabamos á cociña xa tiñamos orellas e filloas recién feitiñas,curmáns e tíos ían chegando e sucedía un milagre que inda hoxe non deixa de asombrarme,no noso comedor podíamonos acomodar vintecinco persoas.
Na mesa grande os maiores e nunha amarela de formica todos os nenos,mentres miñas tías nos ían colocando miña nai desaparecía.Tardaba tanto que non parabamos de berrar por ela,entón na porta da casa soaba un peto,corríamos á entrada e alí estaba un curiña de sotana e bandullo quen nós preguntaba ,hai unhas filloiñas para este pobre???
Reíamos a cachón cando aquel cura era o que nós poñía a comida no plato,e xa toleabamos co riso cando a algún lle tocaba unha filloa de trapo,desas que mordes e non hai maneira de comelas.
Eu conservo a tradicción de facer orellas,filloas e sobre todo a de vivir o entroido.