jueves, 27 de diciembre de 2007

Celia.


Sonó el teléfono y una voz suave y mecánica pronunció mi nombre completo con entonación interrogante.
Al responder sí, soy yo!, la voz comenzó a relatarme un extraordinario suceso.
"Es usted citada como beneficiaria en un apartado del testamento de Dª Celia .....,como sujeto receptivo de una donación,teniendo en mi poder una caja que con su contenido le haré entrega cuando usted se presente con el D.N.I. que la acredite".
Al oír el nombre no caí quién era Celia pero nada más colgar el auricular mi memoria comenzó a unir recuerdos.No la tuve que obligar a trabajar demasiado,en breves momentos todo apareció.
Celia,natural de Lestemoño,trabajara en mi casa cuando yo era pequeña,me hacía tortillas francesas de azúcar,me tensaba las coletas y me cantaba canciones:
"Esta nena pequeniña,ten ganiñas de durmir, ten un olliño pechado e outro a medio abrir..."
"Bailaches Carolina.Baileí sí señor.Dime con quen bailaches.Baileí co meu amor..."
De poco más me acordaba,Celia se había ido,yo crecido y olvidado.Mis padres ya no están y lo poco que me contaron mis tías ya lo sabía.
Después de una hora de trayecto decidida y curiosa llegué al notario.Me presenté y él con una expresión de intriga me pasó a una sala donde me entregó la caja y me dejó sola.La caja de cartón envuelta en papel manila,a su vez contenía otra de hojalata,envejecida por el uso pero bella por el paso del tiempo,la lata de color verde y con dibujitos de flores-"Manzanilla La Leonesa"-impreso en un lado, no me era de todo desconocida.Al abrirla, las manos me sudaban y mi pulso ya no aguantaba tanto misterio,dentro envueltas en tela había una colección de mariquitas recortables con sus vestidos que yo tuve de niña, y un precioso broche plateado con azabache que recuerdo en la solapa de su abrigo de paño.
Lloré porque olvidara a quien tanto me quiso,lloré porque en tanto tiempo no recuerdo haberla extrañado.....................

jueves, 13 de diciembre de 2007

Recordar en colores.



Todo empezó con un curioso percance casero, salió de casa con las zapatillas puestas y sin las llaves.

Ella misma se reía al contarlo:

-Daba risa verme,el bolso,el pañuelo a juego con la blusa y esas ridículas pantuflas nórdicas,lo de las llaves no sé, nunca me había pasado.

Su compañero se preocupó lo justo aquella vez, pero el día que llegó a casa y la encontró cenando a la hora del café, se le vino el mundo encima.Ella ante la petición de una explicación lógica,se echó a llorar como una niña.El diagnóstico médico fue fatídico y alentador a la vez,Alzheimer en el primer estadio.La prescripción unos medicamentos y clases de "apoyo".

Aprendieron un montón de trucos contra aquel intruso,un corcho clavado en la puerta recordaba coger las llaves antes de irse,postits de colores en las habitaciones,lo amarillo importante,lo rosa secundario,post amarillo en el armario,primero ropa interior,después falda o pantalón,la blusa,rosa al lado de los zapatos................

En resumen cosa que ya sabía pero que ha olvidado.Como después del uno viene el dos y no el tres,volvieron al neurólogo quién también se sorprendió por el rápido descenso.

Ya no recuerda nada, sólo a veces sonríe y tiene segundos de conexión,y aunque la cuidan,la miman y la quieren,los suyos maldicen tanto su enfermedad que han perdido la sonrisa,la esperanza,la ilusión.Penetrantes miradas de ella hacia su compañero parecen suplicar el fin,él por momentos no les hace caso pero a veces recuerda estos versos:

"Na riqueza e na pobreza,no melhor e no pior, até que a morte vos separe"

Perfeitamente.

Sempre cumpri o que assinei.

Por tanto estrangulei-a e fui-me embora.

Poema de M.Henrique Leiria,titulado "Casamento".

lunes, 3 de diciembre de 2007

Obsesiones.



No imaginaba que después de quince años sin verlo, todavía tuviese una deuda pendiente con él.El azar volvió a unirlos en la misma ciudad en la que se habían conocido.

Él ahora vivía allí ,y ella tan solo a sesenta kilómetros ,uno paseaba por la calle y tuvo frío y la otra reconoció la puerta del café nada más entrar.

De espaldas a la barra y mirando a través de la ventana, recordaba lo que fue y lo que pudo haber sido cuando lo vio. Frente a ella estaba Pepe, mirándola como si no la viese,como si no creyera lo que veía. Los dos tan aturdidos que no articulaban las palabras que les ordenaba el cerebro. Superada la sorpresa y poniéndose al día de sus respectivas vidas acordaron tomarse la tarde para los dos.

Y se tomaron también la noche, Pepe desataba en ella todo el deseo dormido,aquel que creía ya superado.Al principio se dejó seducir pero poco a poco tomó las riendas,lentamente lo desnudó,besó su boca y su nuca-esa que tuvo de frente tantos años antes-la culpable de todo.Recorrió su espalda,acarició su pecho y dibujó su cuello;deslizaba sus dedos tan suavemente que Pepe se estremecía.La fantasía tantas veces imaginada la hacía protagonista,actriz principal en aquel escenario.De la nuca a los hombros,rectos y cuadrados en el pasado,menos atléticos ahora.!Qué obsesión tenía con aquella espalda!, la besó,la acarició despacito con sus manos,con su lengua rozaba sus lunares,circundaba sus cicatrices.Por fin tocó su sexo y como el deseo es proporcional al tiempo de espera,la intensidad de aquel calor ya quemaba,apoyó su mano en el pecho de él y lo arrojó sobre la cama.Se sentó en su vientre y deslizando lentamente las caderas hacia atrás lo hizo suyo,el ritmo alocado del comienzo dio lugar a un baile mucho más pausado que la condujo al orgasmo pendiente.

Apagado ya el fuego se acurrucó en la almohada despreciando el protector brazo que Pepe le ofrecía.La pereza dio paso a la angustia por huir, se levantó ,se lavó la cara y se vistió. Al salir,viéndolo todavía dormido sonrió pensando "deuda pagada".