lunes, 31 de marzo de 2008

Pompas de jabón.


De lunes a viernes trabaja en el banco,sonrisa circunstancial y amabilidad aprendida que con el paso de los años convirtió en arte.Nada dejaba ver que su tiempo libre estuviese dedicado a algo que no fuese monótono.
El jueves,Lucía recogió a Martín del colegio y se fueron al hospital.Andrés,un compañero de clase de Martín está ingresado y quería visitarlo.Al llegar a la habitación y encontrarla vacía,acudieron al mostrador de información de las enfermeras y preguntaron por Andrés.Les dijeron que estaba en la sala de juegos situada en la tercera planta.Bajaron en el ascensor,siguieron por el blanco pasillo las indicaciones hasta llegar a la puerta que con un amarillo chillón y letras de arco iris ponía "Sala de Lecer".La algarabía y las risas traspasaban la puerta, olía a chocolate y algodón de azúcar.En el centro de la sala había un payaso, un guante quirúrgico pintado de rojo le servía a modo de cresta como distintivo entre tantas cabezas.Un corro de sillas de ruedas,taburetes y colchonetas lo tenían sitiado y él lanzaba spray de confeti como defensa;cuando se levantaba un cordón de sus inmensos zapatos quedaba atrapado sobre su propio peso y volvía a caer.
Las risas eran tan contagiosas que Lucía y Martín se vieron de pronto contagiados de tan benigno virus.
El Payaso tenía a sus pies un cubo con agua que resultó ser jabonosa y con ella hacía burbujeantes pompas.Llamaba a los niños por su nombre y con un tubo de ensayo que le servía de varita mágica,uno a uno los designaba el centro de la atracción.Daba una palmada al aire y las luces se apagaban para dar paso a un solo haz de luz que procedía de un halógeno del techo,introducía la varita en el cubo y formas maravillosas surgían de la nada.Su voz las iba describiendo:
-Mickey Mouse!,un fantasma!,una estrella!.
Al final cambiaba la varita por un aro de alambre y por un instante el niño elegido quedaba "encerrado"en una mágica burbuja que parecía una nave espacial.
Terminado el espectáculo,Lucía y el payaso se cruzaron las miradas.Al reconocerlo como el empleado del banco uniforme,gris y aburrido,Lucía se sintió culpable por haberlo juzgado dentro del grupo de los tediosos y mediocres.
Se llama Juan y a través de la risa disfraza las lágrimas.

lunes, 10 de marzo de 2008

Canción de amor


El pasillo de su casa fue muchas veces una aduana,un checkpoint charlie que muchas veces los separaba.Un día cogió un visado y se marchó.
Decidió dedicarse a la vida loca,"la vie en rose",que dirían los franceses,Édith Piaf cantaba en la radio del coche dándole ideas.
Ya no tenía intención de sufrir,después de todo porqué no probar,-noches de amor,penas que se borran....
El amor no había sido muy fino con él,una única experiencia que salió rana,una mujer que no lo había hecho feliz.Algunas personas optarían por dar pena y contar todos sus sufrimientos pero él,él no.Le dijeron que necesitaba pasar un período de duelo,una época de soledad para encontrar respuestas,literatura barata y frases hechas que no le decían nada.Se conocía tan bien a sí mismo, su interior no tenía misterios para él,por eso subió el volumen del CD y dejó que la música lo envolviese.Aparcó en el centro comercial y entró en una tienda de ropa,se vistió para matar comprando todo lo que unos meses antes no se compraría.No se trataba de disfrazarse pero sí de pasar del luto al alivio.Con un look de cuarentón a lo "cloony" salió de la tienda tarareando:
"algunas veces vuelo y otras veces
me arrastro demasiado a ras del suelo...
cuando el alma necesita
un cuerpo que acariciar"....
Tenía tan claro lo que quería que cuando entró en el pub desplegó todas sus armas de seducción en un minuto,no era consciente de que sus maneras de los ochenta estaban pasadas, pero ponía tanto interés que al otro lado de la barra unos ojos sonrientes le dieron pie.Se acercó y con la suerte de su lado la noche le fue propicia.Cuando ya estaban en el coche la letra y la música eran un guión perfecto.
Así fueron los meses siguientes,noches de pasión,de copas y sexo casual,de soledades compartidas en camas ajenas,de engaños y de penas.Ya no había canción que sonase más alta que la suya propia.
"el reloj de la suerte marca la profecía
deseo,angustia,sangre y desamor
mi vida llena y mi alma vacía..."
Sentía frío,él era su público y su único actor,así que todas las noches antes de llegar a casa paraba en el bar de la esquina,pedía un cortado y hablaba con Lucía.
Ella cuando lo veía entrar sonreía y muy a su pesar notaba como el corazón le latía fuertemente,le servía el café deseando que le pidiese más azúcar.
Así él reparó en ella,las charlas pasaron a conversaciones y éstas a confesiones verdaderas.Dejó de salir pero bajaba al bar pensando "siempre me traiciona la razón,no sé luchar contra el amor".
Puso las cosas claras,se deshizo de odios pasados,de rencores hacia el amor en minúsculas,de miedos por fronteras domésticas y decidido se declaró.
"Hay una cosa que te quiero decir
que es importante al menos para mí
toda la noche sin dormir
porque hay una cosa que de tu boca quiero escuchar
Dime que me quieres
Dime que me quieres"...........
Lucía se lo dijo y si pasas por su bar oirás un corazón que bajito pero con buena música canta:
Que el corazón no pase de moda
que los otoños te doren la piel
que todas las noches sean noches de boda
que todas las lunas sean lunas de miel............................