Al mismo tiempo que en los supermercados "crecen"las estanterías de alimentos para animales y menguan las de legumbres al natural, el puesto ambulante de Basilio es víctima del caos.
Empezó trayendo libros de segunda mano, postales antiguas, recetarios de cocina, cromos de colecciones ,dedales y un sin fin de objetos del pasado.Desde hace unos meses su cuerpo se ha ido empequeñeciendo, los pómulos de su cara que antes realzaban su nariz griega, han dado paso a unos chupados huesos.Su carácter también ha sufrido el caos de su puesto, tanto te saluda con dos besos como te trata como si te viese por por primera vez; antes era fuerte como un roble, ahora es un castaño deshojado.
Encima de sus dos caballetes y su tablero de contrachapado vende los restos de su pasado;un álbum de fotos, una cartera, un juego de café, un llavero y un reloj formaban parte de su mercancía del martes. Un cartel que decía -Rebajado-era el soporte que adornaba sus pertenencias, al identificar el reloj le pregunté:
-¿Basilio, no es el tuyo?.
Y me contestó si, y como yo rebajado.................
25 comentarios:
Gústame moito este blog. Moitos saúdos
É unha historia moi triste, e o cadro de Castelao...encántame.
Historia de un de tantos perdedores que recorren as nosas cidades.
Apertas.
Esperemos non chegar ao caso de Basilio.
Non coñecía o cadro de Castelao e gustoume.
home, raposo, "perdedores", "perdedoreeees", se lle cadra non é o caso, a non ser que te refiras á saude, á memoria... a vellez casi sempre nos entristece ainda que alguns casos dannos esperanza de sser nos asi algun dia. Non é o caso de Basilio :(
Este relato y el de Celia son preciosos a la vez que tristes. Que pena!!
Hai que ver canto aprendo!. Eu tampouco coñecía ese cadro de Castelao...
...semella o "meu" castiñeiro a día de hoxe.
Hai xente que non ten nin para vender de rebaixas, habelos hailos... seica, disque...
Unha aperta.
Gostei da foto e a história tocou-me fundo!
Unha aperta, amiga!
A mí me encantan los libros de segunda, como que son algo añejos y tiene un aura distinta...
Por lo demás, me gustó la narración. Un beso.
Ben podería ser unha metáfora de como o comercio grande se esta a comer aos comercos de toda a vida
QUÉ PUTADAAAAAAAAAAA¡¡¡¡¡¡¡ Basilio es víctima de la puta sociedad esta de mierda. Ese hombre necesita una inyección de amor, y tu lo haces, se la inyectas en vena con tus palabras. Espero que Basilio no se rebaje del todo, y se venda a esta vida de mierda por cuarto y mitad. No lo merecería, ni él, ni nadie.
Un besazo fuerte, guapetona, es triste.. pero pasa, vaya que si pasa...
Que historia máis triste! Cada vez queda menos sitio para as persoas neste mundo de comida para cans...
Espero que Basilio teña moita sorte e pronto volva colgar ese reloxo no seu pulso
Hey, tudo bem?
Unha aperta.
tragicómica a tua história...
como um castanheiro nú de invernos
mas que renasce.
se também um homem assim pode
renascer
é o que me pergunto!
.beijO.
É unha triste historia dun de tantos perdedores quen andan polas nosas rúas, sería interesante coñecer a súa historia persoal.
Un saúdo.
Qué sensación de baleiro!!
Un blog fascinante,gracias por estar ahí,creo que yo tambien voy hacer algo.
Bom fim de semana!
Es bien triste este post, Vermella. Pero "nunca es triste la verdad, pero no tiene remedio".
Mil hipotesis se me cruzan después de leerte...¿qué le habrá pasado a esta persona para derrumbarse así?
es que a algunos seres la vida les es tan cruel? o es que el sol sale igual para todos, y habemos quienes resistimos menos y/o más?
me quedo pensando....
Mil besos, demoradísimos, lo sé.
Tes o teu agasallo no meu blogue, tamén é un post triste, pero noutro senso, xa me dirás que che parece.
O pasado sempre haberia que vendelo rebaixado.
Un saúdo
Venho agradecer-te o teu precioso apoio, amiga!
No reló está encerrado todo aquel tempo pasado.
Publicar un comentario