lunes, 6 de agosto de 2007

Vidas no vividas.

" Abrir un paréntesis en el amor siempre es peligroso,por que nunca se sabe cuándo se cierra." (Bagatelas de Mario Benedetti)



En un libro viejo,roto y de dueño desconocido,encontré la siguiente carta:


New York 1949


Querida:

Hoy llueve.

En mi última estancia en casa dejamos de ser lo que fuimos,nos olvidamos de lo
que éramos y ya simplemente no somos.Te dije que vinieses, me dijiste que no,te
dije no me quedaré y me contestaste "yo nunca iré".
He aquí la despedida,tú sabes que yo no creo en el cielo,el único que
existe eso creo,es el que vemos, tú el de ahí, yo el de aquí;que eso si que es
cierto es el mismo.Espero que podamos compartir ese cielo cuando los recuerdos
llamen,cuando el hambre de los besos de ayer no sacie el apetito de hoy.
Aquí no hay nadie,creételo de verdad, que ocupe tu lugar,no sé si lo
habrá en el futuro,pero tu lugar es tuyo y se quedará
dentro de mí para siempre.La vida seguirá para los dos,la tuya conmigo
sólo continuará en el mundo de los sueños; jugaré antes de dormirme, a
construir nuestra vida juntos,querré a los hijos que no tengamos,perderé en las
riñas que no pelearemos y te haré reír.
Si con los años vuelvo y nos vemos,tú acompañada de los tuyos y yo con
otros,sonríeme y así yo veré en tus ojos que lo nuestro no fue sólo un
sueño.


Tuyo:
R.C.




Quise hacer una investigación,pregunté,pero parece que los protagonistas de esta historia ya no habitan a este lado, deben de estar en ese mundo maravilloso de las vidas no vividas,pero intensas de igual modo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Preciosa carta desde los sueños.

Aleksander Nagi dijo...

Cuando nuestro sentir es obligado por fuerzas inexplicables a callar un poco su ruido, este ruido interno que no sale…
Cuando el silencio es menos problemático que el comentario…
Cuando la libertad interna choca contra el muro de la sabiduría adquirida a punto de sufrimiento…
Cuando el sentimiento verdadero se esconde atrás del velo grueso de nuestro deseo… Cuando las ideas son imposibles de lograr por implicaciones y deberes…
Cuando no somos libres en hacer un paso que puede causar daño…
Y cuando nuestra subconsciente decide abrir un espacio que complazca sus anhelos… nos llegan los sueños, y son tan deliciosos a veces que resistimos el despertar…
Y como lo dices que “tan reales como la vida misma…”

Mil gracias por tu visita…

Un beso y un abrazo.