lunes, 18 de junio de 2007

Pato a la naranja



Este sábado unos amigos me invitaron a cenar a su casa,lo que iba a ser una cena alegre y divertida derivó en un mar de recuerdos infantiles.

Mi anfitriona se había pasado toda la tarde cocinando y estaba muy satisfecha con el resultado,cuando sirvió el segundo plato y viendo que yo no le metía el diente me preguntó si no me gustaba, a lo que tuve que responder contando este cuento...................

"Mi primer(llorado) muerto se llamaba Severino.Corría el año 1978 cuando una tarde al volver del colegio,presentí que algo distinto sucedía.Al entrar, encontré el triste y gris patio convertido en un lugar de reunión familiar.Mi padre estaba sentado en una banqueta de madera afilando un viejo cuchillo, mi tío con una botella de 103 (etiqueta blanca) en la mano y Severino con una cinta roja atado a la pata de una mesa.Perpleja, presencié una escena que nunca antes había visto.Severino era obligado a beber y beber coñac, al mismo tiempo que mi padre y mi tío se reían.Las idas y venidas de mi madre no hacían más que dar un toque histérico a todo aquello.En la cocina una olla hervía y hervía dejando todo impregnado de vapor.No logro recordar qué me sucedió después, pero no podía hablar,no podía preguntar,ni mucho menos entender.

Mi madre me llamó y al volver al patio Seve había muerto,un gran charco de sangre roja cubría sus blancas plumas,y su pico naranja estaba abierto con una expresión de cómic.Al día siguiente era Nochebuena y yo no pude cenar."

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