lunes, 2 de julio de 2007

Mirando al mar


Ayer desperté con la boca llena de versos,cuando me sucede tengo necesidad de ver el mar,azul profundo,verde telúrico,verde superficial.Cuando me sucede tengo necesidad de mirar al cielo,azul intenso, azul de verano infantil.
Siempre miro al mar y al cielo de frente,desde la orilla y así el horizonte no tiene fin,se juntan el agua y el aire,se acarician el mar y el cielo.Ayer lo miré al revés,desde el centro de mi isla,así lo pude ver todo,mar,olas que no cesan,cielo y hasta el camino de vuelta.
Mi relación con el agua no tiene explicación,quizá una paranoia,a veces una relación simbiótica y otras parasitaria en la que la inquilina soy yo y la que me proporciona paz ella.
No todas las aguas me gustan,odio las piscinas,sucedáneos del mar,playas light,alimentos sin azúcar para el alma.Por muy azules que sean,por muy intensas que las pinten no son más que bañeras,espacios acotados,espacios con principio y fin.El mar y el cielo son libres,no empiezan, no acaban y siempre se comunican,el agua y el aire no se pueden coger con la mano,eso es lo que me gusta.
Mar azul piscina,cielo rosa del amanecer.Aroma de playa limpia a donde siempre quiero volver.
Escribir poesía es un poco como desnudarse,ahí va mi strip-particular.
Herba de namorar,
medras pegada ao mar.
As túas raíces camiñan ,
métense dentro das rochas,
beben da auga queda,
erguéndote para ó sol.
O arrecendo do mar
disfraza a túa presencia,
a túa cor rosa malva,
disimula á inocencia.
Herba de namorar,
medras pegada ao mar.

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