HOMENAJE A OTROS PINTORES:
Después de cincuenta años de trabajo,Paco el pintor apodado "Murillo" va a colgar la brocha ,soltero y sin hijos se lo iba a pasar de -lo lindo-,o eso creía él.........
El sobrenombre le vino porque en lo años setenta por suscripción popular se construyó una capilla en el pueblo y él que no andaba económicamente muy boyante ,cambió la aportación por trabajo puro y duro.Pintó unos zócalos altos con motivos florales que ya hubiese querido para sí Aristóteles cuando dibujaba en su cuaderno.Decoró la parte izquierda del altar con unas geometrías doradas que le dan un toque más de misterio a lo que allí se guarda.
Aprendió el oficio por casualidad,tenía trece años al morir su padre,dos hermanas y una madre con una ridícula pensión.Dejó la escuela y comenzó gracias a un vecino a trabajar en un varadero,ayudaba a pintar el casco de los barcos y hacía de mozo de almacén.
Se le daba bien el dibujo y cuando su jefe lo descubrió, decidió quitarle partido, así Paco se convirtió en rotulista oficial.Tanto con trazo fino como con alzado,sus letras tenían un punto tan artístico como llamativo,mezclaba diferentes caracteres para así dar protagonismo al nombre en sí."La Poderosa","Carmiña","Nova Mera","Ártrabos" son nombres que todavía están en muchas barcas de su puño y pincel.
Al cerrar el pequeño astillero se hizo autónomo y creo su propia empresa,sus comienzos fueron como la vida misma ,llenos de dudas y casualidad.Recibía encargos para pintar fachadas,interiores y de vez en cuando algún rótulo que era en realidad lo que más le gustaba.Alquimia pura es lo que Paco hace con los colores,le piden una fachada amarilla y siempre será la fachada amarilla,la casa deja de ser una más para convertirse en única.No utiliza nunca los colores de catálogo si no que a base de pigmentos y jugar con las bases consigue hacer único cada color.
-Esta casa la pintó Murillo- aseguran con sólo mirarla los que conocen su trabajo.
Si una casa no es del todo bonita,él intenta que con el color pase desapercibida,la mira con el paisaje y acaba integrándola.Un precursor combatiente del feísmo.
A pesar de tantísimo trabajo como tenía era muy raro que ante un nuevo encargo dijese que no, su lista de espera es tan larga como la de la Seguridad Social.Trabajó él solo hasta hace dos años ,pero viendo que el ansiado descanso se acercaba y tenía tantos compromisos contrató dos aprendices.
-No busco pintores profesionales- le dijo a la funcionaria del servicio de colocación ,-yo lo que necesito son dos personas dispuestas a aprender un oficio.
Al día siguiente había cuatro hombres ante su puerta,al primero lo despachó en dos minutos de reloj,el incauto solo estaba interesado en que le firmase la asistencia,cosa que irritó más de la cuenta a Murillo y que no consiguió.El segundo se llamaba Rachid,un joven marroquí con grandes ilusiones,simpatizaron enseguida quedando para firmar el contrato al día siguiente.El tercero no llegó ni a verlo,el tipo tenía prisa y pocas ganas de ser aprendiz¨,El último resultó ser el sobrino de la cuñada de "Casa Lola" credenciales más que suficientes en un pueblo pequeño,así que también hubo acuerdo.
Tanto Rachid como Jonathan se quedaron de piedra el primer día de trabajo,lo primero que hizo fue cambiarles los nombres,al marroquí lo llamaba Hassan por el rey de su país y al de la tierra Xan como su abuelo.De poco valieron las protestas porque él argumentó su mala memoria para tales nombres y zanjó el asunto.En el fondo bien podría memorizar Rachid pero a lo de Jonathan se negaba.
Pasar de aprendiz a oficial requiere dedicación y constancia,cualidades compartidas por los dos y que dieron como fruto dos nuevos buenos profesionales.Los tres formaron un buen equipo en el que el oficio y la camaradería armonizaban estupendamente.
El maestro no cabía en si,iba a ser capaz de acabar todos los trabajos,pero cuanto más cerca estaba el mes de jubilarse más triste se sentía.
Qué harían después sus "chicos",es la disculpa para aceptar algún que otro encargo,ante las preguntas de familia y amigos por la jubilación se pone la máscara de las circunstancias.Por nada del mundo va a confesar que le gusta su trabajo,que le encanta enseñar,y lo peor de todo que les ha cogido tanto cariño.